Es cierto que una gran mayoría de las personas que acuden a nuestra clínica de cirugía plástica y reparadora para realizar una otoplastia persiguen poner fin a sus “orejas de soplillo” para que estas pasen a estar más pegadas a su cabeza y no destaquen así.

Pero también es cierto que algunos pacientes no están preocupados por la forma o la posición de sus orejas sino por su tamaño. De ahí que acudan a nosotros para realizar una otoplastia de reducción. ¿Sabes qué es y cómo se realiza? Hoy te contamos un poco sobre esta intervención, muy solicitada entre las personas que sienten complejo por esta parte de su cuerpo.

¿Qué es la otoplastia de reducción?

Se trata de una cirugía que, como su nombre indica, consiste en reducir el tamaño de las orejas cuando estas resultan excesivas, o así lo siente el paciente que acude acomplejado a buscar una solución.

En este sentido, tenemos que decir que se consideran orejas grandes cuando pasan de los 7-8 centímetros. Por debajo de esta medida, estamos ante orejas normales que, aunque una persona pueda percibirlas grandes, intentamos hacer comprender que se trata de un tamaño estándar y que no debería recurrir a la cirugía.

La intervención quirúrgica para reducir el tamaño de las orejas es sencilla. Es necesario cortar y eliminar la parte del cartílago sobrante, aunque también implica ajustarlo para obtener un resultado final natural y sin irregularidades, consiguiendo esa forma redondeada que estéticamente es más equilibrada y bonita.

La otoplastia de reducción implica por lo tanto, cortar parte del cartílago pero también moldearlo para mantener la armonía y la proporción adecuadas.

¿Cómo son las cicatrices de esta otoplastia?

Al ser un abordaje diferente al de una otoplastia de colocación, también lo será el área donde se localicen las cicatrices. En una otoplastia más habitual, como la mencionada para poner fin a las “orejas en asa”,  se interviene desde la parte de atrás, mientras que en la otoplastia de reducción se interviene desde la parte delantera.

Pero no debes preocuparte por este aspecto en absoluto, porquelas cicatrices son muy discretas y perfectamente disimulables. La piel de la oreja es tan fina que las cicatrices quedan bien escondidas y son inapreciables.

A pesar de que este tipo de otoplastia es más compleja de realizar para el equipo médico, los resultados son excelentes, especialmente si confías en nuestro equipo con gran experiencia en este tipo de intervenciones.

La intervención puede realizarse con anestesia local y sedación. Y normalmente su duración está entre 2 horas y 2 horas y media.

El postoperatorio de la otoplastia de reducción es muy parecido al de una otoplastia estándar. Los puntos son visibles, pero se retiran a los diez días, aproximadamente, desde la intervención.

Tampoco hace falta llevar la banda de sujeción y protección durante el día, solamente por la noche. Se recomienda dormir boca arriba para evitar aplastar las orejas y que así la recuperación sea rápida y sin molestias.

¿Te acompleja el tamaño de tus orejas? Pues en nuestra clínica puedes ponerle solución mediante esta intervención. Consúltanos sin compromiso y realizaremos una valoración para ver si eres paciente ideal para someterte a ella.