Hace unos días leíamos una noticia en la que se relataba que el aspecto de la piel del rostro había desbancado a la delgadez como principal obsesión estética de las mujeres.
Si durante muchos años las mujeres vivían pendientes de lucir una silueta perfecta, delgada y esculpida, sin un gramo de grasa visible, hoy son las skincare rutines las que copan los reels de todas las redes sociales dejando buena muestra de lo que parece que ahora importa.
Y este fenómeno, como es lógico, se traduce en un notable aumento de la demanda de tratamientos de rejuvenecimiento facial: nadie quiere que el paso del tiempo se note en su rostro, de ahí el interés por las técnicas orientadas a minimizar los signos de la edad, a revitalizar la piel y a rejuvenecer el rostro.
El tratamiento de radiofrecuencia facial es uno de los que más éxito está teniendo en este sentido y muchas personas, fundamentalmente mujeres, han apostado por esta técnica no invasiva para rejuvenecer el aspecto de su rostro.
Sin embargo, otros pacientes prefieren una alternativa más efectiva a corto plazo y han decidido pasar por el quirófano para realizar un lifting facial que mejore su apariencia.
¿Qué diferencia hay entre estas técnicas desde el punto de vista de eficacia y consecución de objetivos? ¿Cuál es más efectiva y con efectos más duraderos en el tiempo? ¿Para quién está indicada cada una? Pues hoy lo analizamos en este artículo.
Comparativa entre el tratamiento de radiofrecuencia facial y el lifting quirúrgico
Como decíamos, el rejuvenecimiento facial ha cobrado una especial relevancia en los últimos años, surgiendo múltiples tratamientos orientados a mejorar la firmeza, el tono y la tersura de la piel del rostro.
Entre las opciones más demandadas se encuentran la radiofrecuencia facial —en sus versiones más avanzadas como Indiba— y el lifting facial quirúrgico. Ambos procedimientos persiguen objetivos similares, pero sus técnicas, grados de invasión, resultados y duraciones son marcadamente diferentes. ¿Quieres conocer sus diferencias para decantarte por uno?
1.- Tratamiento de radiofrecuencia facial
La radiofrecuencia facial es un tratamiento no invasivo que actúa mediante la emisión de ondas electromagnéticas que generan un calentamiento controlado en las capas profundas de la piel. Este calor estimula la producción de colágeno y elastina, mejora la circulación sanguínea y favorece la oxigenación tisular.
El resultado es una piel más tersa y luminosa, con mejor textura, con mayor firmeza y con un aspecto rejuvenecido.
2.- Lifting facial quirúrgico
En cambio, el lifting facial es un procedimiento quirúrgico que consiste en reposicionar y tensar los tejidos faciales profundos (como la fascia muscular) y eliminar el exceso de piel.
Se trata de una técnica invasiva que requiere anestesia —general o local con sedación—, y un periodo de recuperación postoperatorio que puede extenderse varias semanas.
> Comparación de su eficacia
En términos de eficacia, el lifting facial sigue siendo la técnica más contundente cuando se busca una corrección significativa de la flacidez y el descolgamiento facial, especialmente en pacientes de edad avanzada o con laxitud marcada.
Por su parte, el tratamiento de radiofrecuencia facial ofrece una mejora progresiva y más sutil, siendo ideal para personas con signos incipientes de envejecimiento o como tratamiento preventivo (a partir de los 30 años). Aunque sus efectos son notables —especialmente tras varias sesiones—, no alcanza la potencia correctiva del lifting.
> Comparación de la duración de sus efectos
Los efectos del lifting facial, al tratarse de una cirugía, pueden mantenerse durante 8 a 10 años, dependiendo del tipo de piel, de los cuidados posteriores y del envejecimiento intrínseco del paciente. En definitiva, el lifting ofrece resultados más drásticos y duraderos en comparación con cualquier tratamiento no quirúrgico.
En el caso de la radiofrecuencia, su duración oscila entre los 3 y 6 meses, por lo que requiere mantenimiento periódico para conservar los resultados que van mejorando de forma progresiva según se realizan más sesiones.
> Comparación de seguridad y recuperación
Un tratamiento de radiofrecuencia no conlleva tiempo de inactividad, no genera incisiones ni hematomas y el riesgo de complicaciones es mínimo. Esto la convierte en una excelente opción para quienes buscan rejuvenecer su rostro sin recurrir al bisturí. Además, las sesiones son relajantes y agradables al recibir calor en el rostro.
El lifting facial, en cambio, sí implica riesgos quirúrgicos inherentes a cualquier intervención (infección, hematomas, asimetrías, etc.) y exige cuidados postoperatorios específicos que pueden frenar el ritmo de vida de los pacientes durante un breve periodo de tiempo.
La elección entre uno u otro procedimiento dependerá del grado de envejecimiento facial, de las expectativas del paciente, de su disponibilidad para asumir un postoperatorio y de la búsqueda de resultados inmediatos o progresivos. Ambos tratamientos, bien indicados, pueden aportar mejoras significativas y duraderas en el aspecto facial.
En nuestro centro médico estético en Madrid puedes someterte a un lifting facial con todas las garantías de obtener unos resultados duraderos y naturales.
Nuestro equipo cuenta con una gran experiencia en este tipo de técnica que recomendamos, especialmente, a partir de edades más avanzadas (45-50 años) en las que el envejecimiento facial requiere soluciones más potentes.