Siempre que te hemos hablado de la otoplastia, ya fuera para explicarte en qué consiste esta intervención o para contarte qué cuidados debes seguir después de someterte a ella, hemos dado por hecho que las personas que la realizan, lo hacen para poner fin a unas orejas demasiado grandes y prominentes.

Y es verdad que un alto porcentaje de los casos que atendemos en nuestros centros estéticos responden a esta motivación, pero también existen otras causas que hoy queremos abordar en este artículo. ¿Quieres saber qué más motivos puede haber detrás de una otoplastia?

Cuatro motivos para someterse a una otoplastia.

Como ya sabes, la otoplastia es una intervención quirúrgica destinada a corregir la apariencia de las orejas. Las razones para someterse a una otoplastia pueden ser varias aunque, de las cuatro que hoy compartimos contigo, tres tienen que ver con cuestiones meramente estéticas que afectan a la imagen y autoestima de los pacientes que deciden someterse a ellas:

1.- Corregir unas orejas demasiado prominentes. 

Esta es la motivación principal y de la que siempre te hemos hablado en nuestros anteriores artículos sobre este tema. Corregir unas orejas demasiado prominentes y despegadas del óvalo facial (orejas de soplillo u orejas en asa) es una de las motivaciones más comunes para realizar una otoplastia. Este tipo de orejas suelen ser motivo de incomodidad y, sobre todo, de complejo y pérdida de autoestima, especialmente durante la infancia y adolescencia.

La otoplastia ofrece una solución efectiva para reposicionar las orejas de manera que se integren armoniosamente con el contorno facial, brindando a los pacientes una apariencia más equilibrada y proporcional en el que las orejas ya no sobresalen.

2.- Corregir unas orejas asimétricas.

La asimetría en las orejas es otra razón significativa para someterse a este procedimiento. La naturaleza humana no siempre garantiza la simetría perfecta en todas las partes del cuerpo, y las orejas no son una excepción. Algunas personas pueden experimentar diferencias notables en la forma o posición de sus orejas, ya sea desde el nacimiento o como resultado de lesiones. La otoplastia permite ajustar la forma y posición de cada oreja para lograr una apariencia más simétrica y armónica.

3.- Corregir unas orejas con defectos estéticos.

La corrección de otros defectos estéticos en las orejas también puede ser la razón que está detrás de una otoplastia. Esto podría incluir irregularidades en la forma de la oreja como la falta de lóbulos o lóbulos desgarrados, ciertos pliegues o deformidades congénitas. Estos problemas estéticos pueden ser muy discretos y, normalmente, esconderse bajo el pelo, o pueden ser muy evidentes y causar un complejo que lleva a los pacientes a sentir la necesidad de corregirlos mediante una intervención quirúrgica que se realiza en clínicas de medicina estética en Madrid como la nuestra.

4.- Corregir orejas dañadas después de un accidente.

Cuando una persona sufre algún accidente, por ejemplo, accidentes de moto en los que la presencia del casco salva la vida pero puede deformar la apariencia de las orejas, la otoplastia se vuelve la solución perfecta para reconstruir o recuperar la forma original de las orejas. Son intervenciones plásticas orientadas a corregir partes del cuerpo que han sufrido daños o han tenido que ser intervenidas.

En conclusión, las razones para someterse a una otoplastia son variadas pero comparten el objetivo común de mejorar la apariencia estética de las orejas y, en muchos casos, contribuir positivamente al bienestar psicológico de los pacientes. La decisión de buscar este procedimiento es personal y única para cada individuo, guiada por la búsqueda de una imagen facial más equilibrada y una mayor confianza en sí mismo. Si es tu caso, te invitamos a visitar el Centro Europeo de Cirugía Estética para que podamos aconsejarte.