Aunque, afortunadamente, las cuestiones estéticas han cambiado mucho y los hombres cada día cuidan más su apariencia, muchos tratamientos e intervenciones realizadas en las clínicas de medicina estética en Madrid siguen estando asociadas a las mujeres.

Es el caso de la rinoplastia, principal especialidad en el Centro Europeo de Cirugía Estética. Esta intervención se identifica con mujeres que quieren mejorar su apariencia cuando lo cierto es que el número de hombre que se someten a ella cada vez es mayor. Hoy abordamos este aspecto y te contamos qué lleva a los varones a realizar esta clásica intervención estética.

Rinoplastia: estética y salud

Tenemos que comenzar aclarando otra cuestión: de la misma forma que reconocíamos esa tendencia de asociar la realización de esta intervención al género femenino, también existe la tendencia de pensar que se realiza única y exclusivamente por cuestiones estéticas. Y en muchos casos es así, pero en otros muchos es una intervención recomendada para mejorar la función respiratoria en el caso de pacientes que presentan desviaciones septales.

En este sentido, en los hombres ha ocurrido algo muy particular: antes, aquellos que se sometían a una rinoplastia solían hacerlo por problemas respiratorios. Pero con el tiempo, han ido creciendo el porcentaje de hombres que la realizan por mejorar su apariencia y sentirse mejor con su aspecto físico, buscando una nariz más bonita y varonil.

Motivos estéticos: qué nariz buscan los hombres

La nariz es una de las partes que más influye en la armonía del rostro, y en el caso de los hombres no es una excepción. Pero ¿qué tipo de nariz busca un hombre que se somete a una rinoplastia?

En términos generales tenemos que decir que la nariz masculina suele ser más grande y gruesa que la femenina, lo que hace que, si es excepcionalmente grande o aguileña, se note mucho más y llegue a afear notablemente el rostro.

Esto suele provocar problemas de autoestima, de inseguridad, de timidez… que algunos hombres superan con los años pero que otros arrastran hasta que deciden ponerle remedio mediante esta intervención. Mejorar la forma de la nariz, modificar la punta o conseguir que sea más simétrica suelen ser los objetivos finales de estas intervenciones.

También está el caso contrario: hombres que tienen una nariz demasiado pequeña o demasiado chata, lo que les confiere un aspecto más aniñado y menos masculino. Con la rinoplastia precisamente lo que buscan es una nariz más varonil que les proporcione un atractivo que consideran que su nariz original no les otorga. Esto se obtiene dejando un dorso más bien recto, nunca cóncavo, la punta con buena proyección hacia adelante, y una rotación que no supere los 100 grados de inclinación.

Candidatos a la rinoplastia masculina

Los candidatos perfectos a una rinoplastia masculina no difieren mucho de otras intervenciones estéticas, independientemente del género del paciente:

• Hombre sanos, con buen estado de salud, que deseen mejorar la armonía de su rostro a través del aspecto de la nariz (por caída de la punta, asimetría, giba…) o bien quieran fomentar una apariencia más masculina realizando ciertos retoques en el dorso o la orientación de la misma.

• Ser mayor de 16 años para garantizar el crecimiento facial completo y realizar una operación que no se vea alterada por cambios naturales futuros.

• Pacientes que buscan una mejora de su aspecto pero no la perfección absoluta. Es importante hablar con el cirujano de las expectativas que se tiene con esta intervención para que este oriente y explica cuáles serán los resultados. Por todo ello, es importante que, además de estar físicamente en buen estado, que el paciente sea psicológicamente estable y tenga claro lo que implica la operación a la que va a someterse.

Si quieres realizar a una rinoplastia, la mejor opción dentro de las clínicas de medicina estética en Madrid es el Centro Europeo de Cirugía Estética. El Dr. Abraham Moisés Barbero es uno de los cirujanos de referencia en este campo en nuestro país. Llámanos para solicitar cita para tu primera consulta.