El confinamiento, la reducción de la actividad social y los ahorros han hecho que muchos se hayan decidido por una cirugía plástica y reparadora. Si es tu caso, busca a los mejores profesionales.
Llegados a este punto de 2020, es momento de hacer balance de los últimos meses. Y uno de los detalles que nadie puede negar es que ha sido un año de lo más atípico. La pandemia por coronavirus nos ha obligado a permanecer en casa más tiempo de lo que habríamos deseado; a trasladar el centro de trabajo, de estudios y de la vida social a la unidad doméstica; y, sobre todo, a cuidar nuestra salud más de lo que estamos acostumbrados.
Pero, lejos de tener consecuencias negativas, la “nueva normalidad” impuesta ha supuesto un cambio y una mejora en la demanda de cirugía plástica y reparadora. Según los expertos, el número de intervenciones ha aumentado notablemente después del confinamiento. O, al menos, las consultas para conocer todos los detalles y las posibilidades de los tratamientos más demandados.
Desde el Centro Europeo de Cirugía Estética, analizamos las posibles causas de estos datos sobre cirugía plástica y reparadora y damos algunos consejos para que tú también puedas confiar en ella con todas las garantías.
La “nueva normalidad” y la preeminencia de la cirugía plástica y reparadora
Desde mediados de marzo hasta bien entrado mayo, las clínicas de estética en España permanecieron totalmente cerradas. Solo cuando se conocieron los protocolos a seguir para llevar a cabo las intervenciones con seguridad para el paciente y con todas las protecciones frente al contagio por coronavirus, los profesionales especializados en cirugía plástica y reparadora retomaron la actividad.
Meses después, las cifras demuestran que la demanda de este tipo de operaciones estéticas ha aumentado notablemente en este periodo de convivencia con la pandemia. Pero ¿cuáles son las razones de este incremento? Probablemente, la comodidad de completar el periodo de recuperación poscirugía en casa sin tener que ver a nadie y la discreción que aporta la mascarilla en el caso de operaciones faciales. No solo eso. La reducción de las salidas sociales, de los viajes de ocio y de cualquier otro tipo de actividad fuera de casa, también ha permitido que, los más ahorradores, hayan aumentado sus medios económicos.
Si tú también te planteas aprovechar esta nueva normalidad con menos actividades sociales para someterte a una cirugía plástica o reparadora, ten en cuenta estas claves:
- Busca una clínica reconocida y con experiencia. Muchas empresas se han subido a la moda de los “retoques estéticos”, pero no disponen de la formación, los medios y la trayectoria necesarios para proporcionar un servicio de calidad. En el Centro Europeo de Cirugía Estética contamos con todo ello y con el respaldo y reconocimiento de diferentes entidades y sociedades de medicina estética.
- Confía solo en profesionales especializados. Una cirugía plástica y reparadora no es una intervención menor y conlleva riesgos. Mucho más, cuando el profesional encargado de llevarla a cabo no dispone de la especialización adecuada para ello.
- Pregunta por resultados reales y estudios previos. Más allá del cambio estético o de la mejora de salud, la medicina estética debe estar siempre adaptada a cada paciente. Después de la primera consulta, debes conocer qué vas a conseguir con la cirugía después de un estudio exhaustivo de tu caso. Con tecnologías como Crisalix puedes ver el resultado final sin entrar, siquiera, en quirófano.