Cirugía estética facial

Resultados del peeling químico

Una de las cuestiones por las que destaca nuestro Centro Europeo de Cirugía Estética es por incluir un amplio surtido de tratamientos en su catálogo. Entre los de tipo facial destaca el protagonista de este nuevo post: el peeling químico. ¿A quién va dirigido? ¿Qué se logra? ¿En qué consiste? Lo vemos todo en las siguientes líneas.

El peeling químico es un procedimiento médico con múltiples beneficios para tu piel. El tratamiento consiste básicamente en aplicar ácido glicólico sobre el rostro para producir una exfoliación de las capas más o menos superficiales de la piel. Se usan también otras sustancias como el fenol, el ácido tricloracético, el ácido salicílico y el kójico. Todo depende del tipo de peeling que se vaya a acometer: antiacneico, antiarrugas, despigmentante… En todos los casos se trata de explotar la capacidad de tu piel para regenerarse, mejorar su elasticidad, darle luminosidad y aumentar la producción de colágeno y elastina. Por supuesto, el público objetivo no es el mismo en todos los casos. En el caso de un peeling químico antiacneico se trata de adolescentes cuyo problema es ya de cierta gravedad y que no han logrado combatir otros tratamientos. En cambio, un peeling antiarrugas está concebido para personas a partir de una edad en la que las líneas de expresión empiezan a ser visibles.

Eso sí, en todo caso hay que tener claro que los peelings son tratamientos de tipo médico estético y, como tales, han de ser aplicados por profesionales y en centros autorizados donde se usen los productos y el instrumental adecuados. Es la forma de asegurar que con el peeling químico la piel vaya a lucir más joven, luminosa y renovada. Con este procedimiento se trata también de estimular la formación de colágeno, elastina y otras sustancias de la piel. Sustancias que, con el paso del tiempo, van escaseando haciendo que la piel pierda de forma paulatina elasticidad, firmeza y flexibilidad.

Con el peeling químico se reduce considerablemente el tamaño de los poros y el rostro gana en tonalidad, brillo y textura. Durante la aplicación se nota algo de calor en la cara y un ligero picor totalmente soportable. Tras la sesión la piel estará algo tirante, enrojecida y levemente inflamada. Una sensación que se disipará durante los días posteriores al peeling químico. Por último, el momento ideal para este tipo de tratamiento facial es el otoño, el invierno y el inicio de la primavera. Eso sí, los días posteriores es fundamental aplicar una crema de protección solar pantalla total cada vez que se salga a la calle.

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