Como te hemos contado hace unas semanas en este espacio, Renuvion ha emergido como una opción cada vez más popular en el campo de los tratamientos estéticos no invasivos orientados a mejorar la firmeza y tersura de la piel, especialmente de esas zonas que tienden a estar más flácidas y a acumular más grasa.
Una de las consultas que nos plantean muchos pacientes que se acercan a nuestras clínicas de medicina estética en Madrid y Granada para interesarse por la restauración capilar es cuándo es el momento ideal para realizar un injerto. Y por momento ideal no nos referimos a la época del año sino que nos referimos al grado de alopecia o de pérdida de cabello adecuada para someterse a un tratamiento así.
Es natural que tu cuerpo experimente cambios a medida que pasan los años y, como hemos comentado en varias ocasiones en este espacio, los senos son una de las partes del cuerpo en las que más se acusa el paso del tiempo. ¿Notas que tus pechos están menos firmes y más flácidos?
Por suerte, la mayoría de las personas están más que sensibilizadas con los terribles efectos de la incidencia del sol. Es más, el uso de protectores solares para la piel ha dejado de ser algo exclusivo de las jornadas de playa y piscina para usarse de forma habitual y durante todo el año.
A cierta edad, por mucho que lleves una vida saludable, realices ejercicio físico todos los días y sigas una dieta acorde a tus años pautada por un profesional, luchar contra la flacidez parece misión imposible. Sobre todo en algunas partes del cuerpo como el pecho, los brazos o los glúteos que se vuelven mucho más flácidos, menos tersos y más descolgados.
Cuando te hablamos de los cuidados que debes seguir después de una blefaroplastia, hicimos una ligera mención a lo importante que resulta no aplicar cremas, maquillajes ni sombras de ojos hasta que pase un tiempo prudencial que asegure la cicatrización de la intervención. Pero, ¿de cuánto tiempo estamos hablando?
Con el paso del tiempo, una de las partes de la anatomía femenina que pierde más firmeza son los brazos, especialmente en su cara interior donde la piel luce más flácida y descolgada. Y aunque muchas pacientes nos aseguran realizar tablas de ejercicios específicas para mejorar su apariencia y que luzcan más tersos y tonificados, conseguir los resultados deseados se vuelve realmente difícil.
“No invasivo” se ha convertido en la coletilla más común de muchos tratamientos estéticos, funcionando como un reclamo para los pacientes. Sin embargo, es importante tener claro qué se entiende por tratamiento no invasivo y cuándo estamos realmente ante uno.